Los usuarios Administradores en Windows Vista, en realidad, no tienen todos los permisos como los tiene un verdadero Administrador.
Por ello, al ejecutar muchas de las acciones, la pantalla produce una molesta ventana solicitandonos permiso para ejecutar esa tarea.
Eso se hace realmente tedioso, e incluso hay veces que es imposible asignarse los permisos (por ejemplo, cambiar orden de adaptadores de red, o si un impresora está offline, ponerla online, instalación de algunos programas, como el redirector RedMon (Redirection Port Monitor)) en cuyo caso es necesario arrancar en el modo seguro y conectarse como Administrador (en un arranque normal, no es posible conectarse como Administrador), o bien activar la cuenta del Administrador, y abrir sesión con ella.
Pues hay truco: podemos ejecutar la consola de comandos con privilegio de administrador. Simplemente localizamos su icono en los accesorios y con el botón derecho le damos a Ejecutar como administrador.
Como las tareas heredan los privilegios del padre, si desde esa consola arrancamos cualquier cosa, tendrá entonces los privilegios de Administrador.
En particular, si tecleamos: control, nos ejecutará el Panel de Control con privilegios de Administrador y, por tanto, cualquier icono que lancemos desde él, tendrá los mismos privilegios y no solicitará los permisos.